29 noviembre 2005

EL VATICANO HACE PÚBLICO HOY EL DOCUMENTO QUE PROHÍBE EL SACERDOCIO A LOS HOMOSEXUALES



El Vaticano publica hoy el documento aprobado por el Papa Benedicto XVI en el que se afirma que la "Iglesia no puede admitir en el sacerdocio aquellos que practican la homosexualidad o tienen tendencias homosexuales o son cercanos a la llamada cultura gay", según confirmó ayer la Santa Sede, que no tiene previsto celebrar rueda de prensa o presentación.

El documento, que adelantó una agencia católica italiana, consta de cinco páginas. Una de las ellas lleva el título "Instrucción para los criterios de discernimiento vocacional sobre las personas con tendencias homosexuales en vista de su admisión al sacerdocio y a las órdenes sagradas", otras dos y media se dedican a las "recomendaciones" y el resto ofrece las notas de los documentos utilizados para elaborarlo.

Este documento llega después de los escándalos que se han producido en varios países, especialmente en Estados Unidos y el último sobre los sacerdotes pederastas en Brasil, y ha sido redactado por el prefecto de la Congregación para la Educación Católica, el cardenal polaco Zenon Grocholewski, y firmado y aprobado para su publicación el 31 de agosto por el Papa Benedicto XVI.

El documento está compuesto por una "Introducción" y tres capítulos, "Madurez afectiva y paternidad espiritual", "Homosexualidad y Ministerio ordenado" y "Discernimiento de la idoneidad de los candidatos por parte de la Iglesia", y en la introducción, se explica que estas normas se han creado ante la urgente situación actual.

El Vaticano, en su documento, explica que las personas homosexuales tienen que ser "acogidas con respeto y delicadeza" y que se necesita evitar "cualquier marca de discriminación" contra ellos pero, aunque la Iglesia respeta profundamente a estar personas no puede admitir a personas que presentan tendencias homosexuales o una atracción, aunque sólo sea en defensa de la llamada "cultura gay".

Para la Iglesia católica, la homosexualidad puede "crear obstáculos en la correcta relación entre hombres y mujeres". En estos casos, el director espiritual tiene la obligación de "disuadir al candidato" de continuar su formación sacerdotal.

La "instrucción" vaticana añade un dato que dará que hablar, ya que se afirma que la ordenación podrá ser posible si "las tendencias homosexuales responden sólo a una expresión de un problema transitorio, como en el caso de adolescencia aún no cumplida", y añade que un sacerdote puede ser ordenado si ha superado sus tendencias "al menos tres años antes de la ordenación diaconal".

En el capítulo dedicado "a la idoneidad de los candidatos", el Vaticano expresa que no "existe el derecho a recibir la ordenación" y que es "competencia de la Iglesia discernir sobre la idoneidad" de los futuros sacerdotes, valorando si poseen "las facultades requeridas", por lo que en caso de "dudas serías", el candidato no puede ser admitido a la ordenación sacerdotal.

Entre estas "facultades requeridas" se tiene que comprobar "la madurez afectiva", comprobar "que se practica la castidad" y que el candidato "no sufra trastornos sexuales incompatibles con el sacerdocio".

En la "Conclusión" se realiza un llamamiento a los obispos, los superiores mayores y todos los responsables interesados para que realicen "un cuidadoso discernimiento sobre la idoneidad de los candidatos a las Ordenes sagradas, desde la admisión al seminario hasta su Ordenación" y se pide que las Conferencias Episcopales "vigilen para que esta Instrucción se observada por el bien de los candidatos y para garantizar a la Iglesia sacerdotes idóneos".

Información extraida de: Europa Press

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