18 abril 2006

ITALIA. EL INTERCAMBIO DE INSULTOS SE PROLONGA HASTA EL ÚLTIMO DÍA



El primer ministro vuelve a llamar "gilipollas" a los izquierdistas

El torrente de insultos entre los adversarios políticos se prolongó hasta el último día. El primer ministro, Silvio Berlusconi, reiteró ayer su convencimiento de que los votantes de izquierda son unos "gilipollas", al proclamar: "Ganaremos porque no somos unos gilipollas". Nunca antes hubo tantos improperios en Italia.

Margherita Boniver, viceministra de Exteriores, comentó públicamente la baja causada por Prodi en un programa de Mediaset, grupo de Berlusconi, diciendo que le recordaba a "aquel marido que, para despreciar a la esposa, se corta el pene". Roberto Calderoli, ministro de Justicia, liquidó la propuesta progresista de legalizar de alguna manera las parejas de hecho, heterosexuales y homosexuales, diciendo que "ya vale de privilegios para los maricones".

INCREMENTO DE DOSIS
"Prodi es un conejo, y los conejos no pueden gobernar el país", arremetió el conservador Renato Schifani. "Es un pájaro de mal agüero", dijo del excomunista Piero Fassino el actual ministro de Economía, Giulio Tremonti. Pocos días después, incrementó la dosis de insultos, diciendo que "Fassino es a la economía como la gripe aviar a las granjas". "Es evidente que Prodi necesita una hospitalización urgente para hacer frente a sus desequilibrios", dijo el ministro de Comunicaciones, Mauricio Gasparri.

Los progresistas no se quedaron cortos. "Que Berlusconi acepte una confrontación leal y no sea conejo", espetó Giuseppe Giulietti. "Calderoli es un bufón", dijo Massimo dIAlema. "Berlusconi es un loco que cree ser Moisés y Dios al mismo tiempo", soltó Daniele Capezzone.

Información extraida de: El periodico

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